Entre las situaciones más duramente vividas en el entorno criptográfico global durante el último año, sin duda alguna la prohibición general de China a las criptomonedas en 2017 fue de las peores por su significación, tratándose de un mercado que venía creciendo ampliamente en el sector, y además si se considera que ese país suele estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías.
Aunque las autoridades gubernamentales chinas seguían el camino de las restricciones, muchas personas en ese país por ningún concepto cesaron de seguir actividades relacionadas con Bitcoin o impulsar la tecnología blockchain de muchas maneras. De hecho muchas empresas blockchain y mineras de criptomonedas continúan desenvolviéndose en la economía del gigante asiático.
Sin embargo pese a la formal postura de prohibición de actividad con criptomonedas, se pueden apreciar contrastes muy peculiares como el de una importante granja de minería ubicada en la ciudad de Delingha, en la provincia de Qinghai. Esta granja podría calificarse en el país como “ilegal”, no obstante obtiene electricidad de los servicios estatales y paga los impuestos puntualmente. Entonces caben interesantes preguntas acerca de a qué se supone que está jugando la línea regulatoria en China.
Es sabido que China ha fijado en su plan de desarrollo nacional el impulso a la tecnología blockchain, por lo que este tipo de casos como el de Delingha no resultan entonces tan extraños. Esta granja que fué desarrollada por una empresa afiliada al gobierno local. La granja ha recibido fondos de empresas que cotizan en bolsa, así como de los hijos del Partido Comunista y oficiales militares. Esta granja actualmente tiene 7.000 equipos, pero que apunta a agregar otros 4.000 sistemas de minería a corto plazo.
Pero el caso que acabamos de relatar no es el único; otro buen ejemplo es la provincia china de Sichuan, con su capital, Chengdu. Hay una importante cantidad de mineros que desvían electricidad de pequeñas instalaciones de generación de electricidad y plantas de energía hidráulica sin permiso del gobierno, pero operan a un nivel destacado.
Sin embargo el enfoque del caso de Qinghai es de una perspectiva muy diferente, ya que piensa en beneficiar a la región al contar con una capacidad de suministro de electricidad limpia a partir de la energía eólica y solar, y además del turismo como actividad generadora de ingresos en la región, y ahora tienen la minería Bitcoin. La visión es desarrollar criptomonedas en una industria local para generar empleo y contribuir a los ingresos fiscales. Todos ganan de esa manera.
Para que se hagan una idea: en la actualidad China controla más del 70 % de la tasa de hash de Bitcoin a nivel global. Por otra parte si de impacto se trata, el mayor fabricante de equipos de minería del mundo y operador de pools, Bitmain Technologies, también tiene su sede en Beijing. De manera que hablar de China respecto a Bitcoin, es hablar de un territorio indispensable para la viabilidad y desarrollo de bitcoin y de la tecnología blockchain en general.
