Que el fundador de Microsoft, Bill Gates, salga haciendo declaraciones en contra de las criptomonedas, no es algo que pueda sorprender mucho, a pesar de haber asegurado que Bitcoin “es mejor que la moneda tradicional”, en una entrevista en 2018 con Bloomberg.
Ahora critica las ofertas iniciales de criptomonedas (ICO) calificándolas de especulativas y de “alto riesgo” para quien busca invertir a largo plazo.
Probablemente estas declaraciones pueden deberse a movimientos estratégicos para influir en el mercado, ya que, la Fundación Gates que administra junto a su mujer Melinda, ha financiado el desarrollo de una blockchain, la tecnología base de las criptomonedas, para ser utilizada por comerciantes en Kenia. De ahí que esté buscando integrar dicha tecnología para verificar la identidad online. Algo con lo que, además de ganar puntos ante los gobiernos de las principales potencias mundiales, también le dará una información importante sobre los usuarios, en caso de conseguirlo.
Lo que sí que sorprende es que acuse directamente a las criptomonedas, de ser “causantes de muertes de forma relativamente directa”. Según Gates, las criptomonedas “son utilizadas para comprar drogas online como el opioide sintético fentanilo”. Es curioso que el magnate de la industria informática haga esta afirmación cuando, hasta el momento de la aparición del Bitcoin, dicha droga se ha estado comprando con dólares americanos y nadie ha advertido sobre los peligros del dólar. Algo así, como decir que a través de navegadores de Windows se trafica con pornografía infantil o que la tecnología 3D sirve para crear armas de fuego. ¿Debemos perseguir el medio o a quien lo usa incorrectamente?
Otra cosa es, que no le guste el anonimato o la dificultad de las instituciones para controlar posibles delitos, como él declara: «La característica principal de las criptomonedas es su anonimato y no creo que esto sea algo bueno. La habilidad de los gobiernos de identificar el lavado de dinero, la evasión impositiva y el financiamiento de terroristas es algo positivo» o dicho de otra manera, que no está a favor de las criptomonedas ya que criminales, terroristas y evasores impositivos se pueden beneficiar de las transacciones anónimas que estas permiten realizar. Algo en lo que también están preocupados los principales gobiernos mundiales.
Y no solo están preocupados por los posibles delitos, sino también por el impacto que pueden producir en la economía. El principal motivo de esta preocupación con las criptomonedas, es porque funcionan en un ecosistema descentralizado, su actividad no está regulada por ningún organismo público y su valor no estará nunca determinado por una entidad financiera. Por eso cabe preguntarse cuál es la amenaza que realmente preocupa a las grandes multinacionales y a los principales gobiernos.
Volviendo a Bill Gates, cuya empresa principal, Microsoft, se ha basado en centralizar al máximo el mercado informático, llegando a adquirir casi cualquier empresa relacionada con el fin de evitar competencias, no es de extrañar que las criptomonedas, basadas en la descentralización y sobre las que no puede tener control, no sean de su agrado…. todavía. Habrá que esperar los resultados del desarrollo del blockchain en el que trabaja la fundación Gates, para entender mejor estas declaraciones.