La reciente afirmación de la BBC de que “cada pago de Bitcoin (BTC) utiliza una piscina de agua” ha generado controversia, y los críticos argumentan que esta afirmación es engañosa. La afirmación se basa en el alto consumo de energía de la minería de Bitcoin, que, en algunos casos, depende de sistemas refrigerados por agua. Sin embargo, esto no muestra el panorama completo del impacto ambiental de la criptomoneda.
En un estudio reciente, el criptocrítico de Vries postuló que la minería de Bitcoin está exacerbando la crisis mundial del agua. El estudio indicó que el consumo de agua de Bitcoin en 2021 fue cercano a 1.600 mil millones de litros, o gigalitros, y proyectó que esta cifra podría aumentar a 2.200 mil millones de litros para 2023. Sin embargo, estas afirmaciones pueden ser engañosas.
Es importante comprender que el agua utilizada para la refrigeración industrial, como en las operaciones mineras de Bitcoin, no se pierde ni se destruye de forma permanente. Por lo tanto, la descripción de la minería de Bitcoin como un contribuyente importante a la escasez de agua puede no reflejar completamente la realidad del uso del agua en la industria.
Desmintiendo la Afirmación de la BBC Sobre BTC
De hecho, la minería de Bitcoin requiere una energía sustancial. Sin embargo, la fuente de esta energía es crucial. Una parte importante de la minería de Bitcoin utiliza fuentes de energía renovables, en particular energía hidroeléctrica. Por ejemplo, en Costa Rica, una planta hidroeléctrica se transformó en una operación verde de criptominería. Este ejemplo ilustra cómo las criptomonedas ávidas de energía, como Bitcoin, pueden ser compatibles con los objetivos climáticos cuando se utilizan fuentes de energía renovables.
Además, en el Acuerdo Cripto Climático, lanzado el año pasado, más de 200 empresas e individuos se comprometieron a lograr operaciones netas cero para 2030, principalmente cambiando a fuentes de energía renovables. Esta iniciativa subraya aún más la creciente conciencia y acción de la cripto industria para mitigar su impacto ambiental.
El uso de agua en la minería de Bitcoin entra en juego principalmente en los sistemas de refrigeración. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las operaciones mineras utilizan sistemas refrigerados por agua. Muchos mineros emplean sistemas refrigerados por aire, que no consumen agua. Por lo tanto, afirmar que cada pago de Bitcoin utiliza una piscina de agua es una simplificación excesiva que no considera la diversidad de las operaciones mineras.
En conclusión, si bien es innegable que la minería de Bitcoin consume una cantidad significativa de energía, la afirmación de que cada transacción utiliza una piscina de agua es engañosa. Pasa por alto los esfuerzos de la industria por hacer la transición a fuentes de energía renovables y la variedad de sistemas de refrigeración en uso. A medida que la criptoindustria continúa evolucionando, es esencial proporcionar información equilibrada y precisa para guiar los debates sobre su impacto ambiental.