Por estos días, la popularidad de las criptomonedas está en jaque. Desde los grandes hasta los pequeños inversores en monedas virtuales se preguntan si estas constituyen realmente una oportunidad o un riesgo de inversión a largo plazo.
Países como Estados Unidos y Reino Unido están tomando o previendo tomar algunas medidas para regular el mercado de criptomonedas. El pasado 08 de junio, por ejemplo, fue presentado en el Congreso de Estados Unidos un ambicioso proyecto de ley que apunta a establecer sanciones; supervisar las stablecoin cuyo valor está ligado a otras monedas oficiales o a otros activos financieros; e incluso, establecer reglamentación en el uso de la energía en el minado de criptodivisas.
Dentro de este todavía naciente mercado, la criptomoneda ripple, resulta ser una muestra de cómo parte de las criptodivisas van adaptándose e integrándose a las regulaciones y transacciones tradicionales.
Un nuevo cripto invierno
El miedo y la incertidumbre entre los inversores de criptomonedas es ampliado, sin embargo, no hay que olvidar que este mercado tuvo su primer ‘cripto invierno’ o ‘criptocrash’, o fuerte baja sostenida en el valor de las criptodivisas pocos años atrás.
Si en 2017 se podía comprar un Bitcoin por mil dólares, un año después se podía vender por 18 mil dólares, periodo en que obviamente varios se hicieron millonarios, pero ¿qué pasó después? Su valor cayó en picada por dos años. Hasta que después, en noviembre de 2021 subió a su máximo, 68 mil dólares.
El mercado de las criptodivisas ha entrado desde fines del año pasado en un segundo cripto invierno. El Bitcoin, moneda virtual que representa alrededor del 46% del mercado de criptomonedas, ha disminuido el 35% de su valor este mes y el 55% en lo que va del año. ¿Pero realmente, es correcto pensar que este es el fin de las monedas virtuales?
Teoría de las perspectivas y aversión a la pérdida
Aun cuando casi todos los medios de información alertan sobre la caída del mercado de criptomonedas, lo concreto es que hay variadas criptomonedas y la capitalización del mercado criptográfico global se sitúa en $ 1,24 billones, incluso, hasta este mes. Bitcoin por su parte, ha tenido una capitalización de mercado superior a $ 570 mil millones. Mayor que la de Meta Platforms Inc, de Facebook, una de las acciones tecnológicas más grandes en la actualidad.
Ante un escenario que todos avizoran como catastrófico es oportuno recordar de que, dentro de las finanzas conductuales, la teoría de las perspectivas sugiere que las personas expresan un grado diferente de emoción hacia las ganancias que hacia las pérdidas: las personas nos volvemos más estresadas a posibles pérdidas, que más felices por inesperadas ganancias. Cuando se mete en el fondo de nuestros bolsillos, el valor del dinero cambia y, en consecuencia, una pérdida parece siempre mucho mayor que una ganancia, aun cuando el monto sea el mismo.
Análisis en perspectiva
En escenarios como el que atravesamos todos actualmente, es normal que nos enfoquemos a informarnos sobre los eventos que están ocurriendo a diario y perder de vista los anteriores eventos. Acontecimientos que han ocurrido varios años atrás, han producido caídas en los mercados, pero han sido y siempre serán parte de los ciclos de la economía.
Iñaki Apezteguia, experto y comunicador cripto de la Argentina, remarca que este mercado es muy joven ya que solo tiene 12 años y, en entrevista advierte: “A veces, por desconocimiento, se suele pensar que el ciclo alcista es ininterrumpido, entonces mucha gente queda con su cartera invertida en una gran porción en criptomonedas volátiles y cuando corrige el precio no tiene forma de afrontar esa bajada de mercado y se genera descontento o una baja performance”.