Recientemente ha ocurrido un bloqueo masivo de publicidad sobre criptomonedas e ICOs por parte de las principales plataformas de información y redes sociales. Entre los “gigantes” de este suceso podemos mencionar a Facebook, Google, Twitter, Snapchat y MailChimp.
Las razones para este tipo de medidas drásticas giran en torno a la idea de “brindar” una supuesta protección a los usuarios respecto a posibles estafas. Dicho en pocas palabras, todo el crypto según ellos es una estafa, pues banear todo lo relativo a proyectos blockchain es una generalización muy exagerada, y no concuerda para nada por la opinión dada por algunos grandes cargos de estas compañías.
Hemos reseñado a diario por este medio muy interesantes y valiosos proyectos cuyas propuestas de tokenización están en pleno desarrollo demostrando que no todo en el mundo crypto es una vulgar estafa. Generalizar es una muestra de intenciones ocultas y ciertamente todo apunta a una agenda general que ha trastocado los precios de las criptomonedas que aun siguen experimentando un importante descenso.
El primer precedente de estos baneos ocurrió en enero de 2018, cuando Facebook prohibió la publicidad relativa a criptomonedas, en lo que justificaron como un esfuerzo por proteger a los usuarios ante potenciales estafas de las ICO, esquemas Ponzi y demás estrategias ilícitas parecidas. Sobre esa base las demás plataformas han seguido sus pasos, pero el sabor de ese movimiento es altamente despreciativo hacia el mercado crypto, y su impacto ha sido notable.
Pero si observamos en su conjunto las opiniones de los CEO de estas empresas que han baneado la publicidad crypto, lo que ciertamente encontramos es una suspicaz incoherencia. Si vas a banear algo, no lo alabas, es simple. Por ejemplo, Zuckerberg a principio de enero de 2018 hizo algunos comentarios positivos sobre las criptomonedas en los que destacó los beneficios que tienen para empresas como Facebook, y el poder que implica la descentralización como cualidad de la criptografía, lo cual empodera a las personas.
Por su parte el CEO de Twitter, Jack Dorsey, ha expresado opiniones favorables sobre Bitcoin en los últimos meses. Llegó incluso a asegurar a modo de pronóstico, que el bitcoin podría algún día llegar a convertirse en la moneda única mundial. Sin embargo ya sabemos lo que ha proseguido al sumarse Twitter a la política de baneo de publicidad a proyectos crypto. Lo que hace aún más molesta la posición de Dorsey, es que es uno de los inversores del proyecto Lightning, un protocolo que está mejorando de manera decisiva varios aspectos de escalabilidad de la cadena de bloques de Bitcoin, llevándolo a ser más rápido y eficiente.
El punto es que existe una clara desconexión entre los puntos de vista y los planes de los negocios en sí, y naturalmente despierta suspicacias. Aunque no es menos cierto que han ocurrido estafas y se debe hacer algo al respecto, lamentablemente las startups innovadoras con planes de negocios ingeniosos se están viendo afectadas, y con ello todo el universo criptográfico en detrimento del desarrollo tecnológico y la innovación que se supone estas grandes plataformas deberían fomentar, ya que ellas mismas provienen de la innovación.
Pero si pensamos en el factor descentralización, el incremento del poder de la gente en cada aspecto de la cotidianidad que gracias a la tecnología blockchain y la tokenización se está empezando a comprender, puede ciertamente ser una amenaza a lo que la humanidad ha conocido como monopolios. Siempre hay dolientes de los cambios. Sin embargo todo está en plena ebullición, en un constante aprendizaje, muy empírico tal vez todavía, pero de un avance indetenible que ya exige pensar en regulaciones que lejos de limitar la innovación, siembren un marco de garantías mínimas de seguridad tanto para los usuarios, como para los emprendedores blockchain.