En la última publicación sobre Ripple Insight, el CTO de Ripple, David Schwartz, habla sobre el impacto ambiental del proceso de minería de criptomonedas y el mecanismo de consenso. Para aclarar la imagen, compara el consumo de energía de Bitcoin y XRP.
Según Schwartz, las monedas utilizadas hoy, ya sea moneda fiduciaria o activo digital, no son ecológicas. En teoría, las criptomonedas están destinadas a eliminar algunas de las consecuencias ambientales que plantea la moneda fiduciaria. Pero el consumo de energía requerido para producir estas criptomonedas varía enormemente.
La Prueba de trabajo (Pow) es el algoritmo de consenso más común para implementar criptomonedas. La moneda digital más grande por capitalización de mercado, Bitcoin, utiliza el mecanismo de Prueba de trabajo (PoW) para validar las transacciones dentro de su blockchain y para crear y distribuir nuevas monedas. Este mecanismo requiere minería que, como su nombre indica, requiere muchos recursos para generar nuevas monedas.
Con PoW, los mineros compiten entre sí por complejos acertijos computacionales. A medida que estos acertijos se vuelven más complejos, aumenta el poder computacional y la energía necesarios para resolverlos. Esto resulta en una gran carga sobre los recursos energéticos, destacando el impacto negativo de la minería PoW.
Según las estadísticas, Circuitos integrados de aplicaciones específicas (ASIC), los dispositivos utilizados en la minería PoW cuestan 1,500$ al año. Un ASIC de alto rendimiento cuesta hasta 6,000$ por año.
David Schwartz cita un estudio de 2018 que descubrió que los cientos de miles de computadoras que trabajan las 24 horas del día para extraer Bitcoin consumieron 1.5 veces el consumo anual de energía de Irlanda.
Para abordar los problemas asociados con PoW, el espacio criptográfico tiene otros mecanismos de consenso como la Prueba de participación (PoS) o la Prueba de capacidad (PoC) «que permite que se forme un acuerdo común en torno al cual las transacciones se ejecutan en orden».
XRP Ledger (XRPL) resuelve el consumo de energía mediante el uso de un mecanismo de consenso democrático. Schwartz dijo:
“El libro mayor XRP (XRPL) confirma las transacciones a través de un mecanismo de consenso único que consume energía insignificante. El XRPL utiliza un protocolo de acuerdo distribuido que establece un acuerdo de supermayoría, o consenso, en torno a una transacción determinada. En efecto, el Consenso que gobierna las transacciones del activo digital XRP resuelve el problema del «doble gasto» sin la necesidad de una minería de Prueba de Trabajo con uso intensivo de energía «.
Según las estadísticas que proporcionó, por cada millón de transacciones, XRP podría alimentar 79,000 horas de bombillas. Bitcoin, por otro lado, podría alimentar 4.51 mil millones de horas de bombilla por cada millón de transacciones. El cálculo demuestra que el consumo de energía de XRP es 57,000x más eficiente que Bitcoin.
David Schwartz concluyó:
“El consumo de energía es un efecto secundario crítico de blockchain, y a medida que vemos una mayor adopción y uso de esta nueva tecnología en todo el sistema financiero mundial, es un tema que debe abordarse para ayudar a garantizar un futuro sostenible para nuestro planeta y la economía global.»
