Puntos claves de la noticia:
- El calor residual de la minería cripto ahora calienta hogares para ~140,000 personas en Finlandia.
- Empresas como MARA y Hashlabs conectan mineros refrigerados por agua a redes de calefacción urbana.
- El modelo circular da doble ingreso a mineros y ayuda a ciudades a reducir emisiones de carbono.
El exceso de calor de granjas de minería de criptomonedas ya calienta viviendas en Finlandia. Empresas como Hashlabs, Terahash, MARA y MinersLoop conectan mineros ASIC con refrigeración por agua a sistemas de calefacción urbana, e inyectan agua caliente a las tuberías municipales.
Los analistas de Crypto Economy estiman que el calor minero cubre a 140.000 personas, alrededor del 2,5% de la población. Operadores reducen la carga sobre calderas convencionales y recortan emisiones al sustituir combustibles fósiles por energía recuperada.
El país integra una industria intensiva en energía a la infraestructura urbana con un enfoque circular: computación adentro, calor útil afuera. Los pilotos evolucionan hacia servicio público con estándares medibles de temperatura, caudal y disponibilidad.
Proyectos, cifras y temperaturas de entrega
Marathon Digital (MARA) despliega sistemas en Satakunta y Seinäjoki que atienden a unas 80.000 personas. Su piloto de 2 MW, lanzado en junio de 2024, entrega agua entre 55 °C y 78 °C, rango que permite la integración directa a redes de distrito sin etapas adicionales de calentamiento.
Hashlabs Mining sigue la misma línea: su primer sitio empezó a alimentar a 15.000 residentes en agosto de 2024 con WhatsMiner hidro-enfriados; el segundo entró en operación en mayo de 2025, y la compañía prepara nuevas ubicaciones.
Terahash.energy opera el proyecto Genesis, que cubre todo el año a una localidad de 12.000 habitantes; el modelo ya se replica en Alemania. MinersLoop conecta granjas medianas a subestaciones locales y optimiza el retorno térmico con válvulas de control y bypass.

Los operadores anclan contratos con municipios y empresas de servicios para asegurar caudal estable en invierno y modular la entrega en verano. Los acuerdos incluyen métricas de disponibilidad, reducciones de CO₂ y tarifas indexadas a kWh térmicos realmente entregados.
Las ingenierías locales instalan intercambiadores de placas, bombas de calor auxiliares y sensórica que monitorea temperatura de ida y retorno para maximizar la eficiencia.
El enfoque cambia la percepción sobre minería de Bitcoin: en lugar de cargar la red, los centros aportan una fuente constante de calor de baja entalpía que sustituye gas o biomasa en puntas de demanda. Operadores ajustan el hashrate y equilibran el PUE para mantener rendimientos y cumplir con el perfil térmico acordado.
Mercado y expansión regional
El caso finlandés atrae interés de ciudades europeas con redes de distrito ya desplegadas. Consorcios analizan capex, tiempos de conexión y capacidad de escalar sitios de 1–5 MW hacia 10–20 MW sin sacrificar estabilidad térmica. Gestores de red valoran tres puntos: temperatura de suministro garantizada, reducción de picos en calderas y coste por megavatio térmico frente a gas.
Operadores necesitan marcos de permiso ágiles para ubicaciones industriales, contratos de electricidad con garantías de origen y señales de precio que premien la descarbonización térmica. Aun con esas condiciones, el modelo gana tracción por su simplicidad operativa: los mineros funcionan como calderas eléctricas con ingreso dual (hash y calor).
El resultado es directo: hogares reciben calor estable, municipios bajan emisiones y operadores monetizan el residuo térmico. Finlandia demuestra que la minería cripto puede aportar energía útil a la ciudad y alinearse con objetivos climáticos sin renunciar a la computación que sustenta la red.



