Puntos clave de la Noticia
- Los tokens RWA registraron ganancias promedio del 186%, superando ampliamente a cualquier otra categoría.
- Las narrativas de Capa 1 y «Made in USA» ocuparon el segundo y tercer lugar en rendimiento.
- Sectores antes populares como la IA, las memecoins y el Gaming cerraron el año con retornos negativos.
El 2025 marcó un punto de inflexión definitivo en las prioridades de los inversores. Información de CoinGecko revela que, el sector de los RWA (Real World Assets) se consolida como la narrativa cripto más rentable del año, logrando retornos promedio aproximados del 186%. Este desempeño posiciona a la tokenización de activos del mundo real como el líder indiscutible en un mercado caracterizado por una fuerte divergencia entre sectores.
Mientras que el año pasado todos se centraron en la especulación desenfrenada, este 2025 premió a la utilidad tangible. Detrás del sector de los RWA, solo los proyectos de Capa 1 (L1) con un 80% y la narrativa «Made in USA» con un 31% lograron mantenerse en terreno positivo.
El resto del ecosistema, incluso las DeFi, Layer 2, DePIN y el sector Gaming, no logró generar rendimientos positivos promedio, subrayando la concentración de capital en temas de adopción institucional.
El declive de la IA y las memecoins frente al valor real
La comparativa anual revela un cambio drástico en la jerarquía del mercado. El año anterior el dominio de las guanacias estuvo entre, la Inteligencia Artificial (IA) y las memecoins, con cifras astronómicas, dejando al sector de los RWA en una respetable pero lejana tercera posición.
Pero, en 2025 el comportamiento se revirtió: la IA pasó de la cima a ser una de las narrativas más débiles, y las memecoins sufrieron pérdidas significativas tras el agotamiento del hype.
Este auge del sector de los RWA señala una rotación estratégica hacia activos vinculados al valor estructural y la integración financiera real. El interés sostenido por los bonos, inmuebles y materias primas tokenizadas sugiere que el mercado está madurando.
Ahora los inversores cazan proyectos con fundamentos sólidos y flujos de ingresos verificables, alejándose de los esquemas impulsados únicamente por tendencias de redes sociales.
En resumen, el 2025 será recordado como el año en que la utilidad real finalmente venció a la especulación pura.
