Puntos clave de la Noticia
- El RSI Estocástico y las divergencias alcistas sugieren que el impulso de venta está llegando a su agotamiento.
- La capitulación de los mineros, reflejada en la caída del hashrate, históricamente precede retornos positivos.
- La liquidez macroeconómica apunta a un posible inicio de rally en las próximas 4 a 6 semanas.
Luego de una corrección superior al 35% desde su máximo histórico de 126,200 dólares, la expectativa del mercado ronda en si finalmente el precio tocó fondo. Indicadores técnicos y métricas On-Chain indican que Bitcoin podría estar en el proceso de establecer un suelo local, que frene el sangrado y abone el terreno para una nueva tendencia alcista.
En ese contexto, el RSI Estocástico semanal es uno de los indicadores más prometedores, que, por cierto, ha salido de niveles de sobreventa. Por lo general, este patrón coincide con puntos de inflexión críticos, como los mínimos vistos en 2019, tras el desplome de la era COVID en 2020 y después del colapso de FTX en 2022.
A estos factores le sumamos la divergencia alcista en el gráfico de tres días, donde el precio marca mínimos más bajos pero el impulso no, sugiriendo un agotamiento de la presión vendedora.
Capitulación minera e inyección de liquidez macro
El comportamiento de los mineros es otro factor importante. Al respecto VanEck indicó que, la reciente caída del 4% en el hashrate es una señal contraria alcista ligada a la. Estadísticamente, desde 2014, cuando el hashrate comprime de esta forma, BTC ha generado rendimientos positivos el 65% de las veces en los 90 días posteriores, con una probabilidad que aumenta al 77% en un horizonte de seis meses.
Por otro lado, desde el panorama macroeconómico se están enviando señales de alivio. Los análisis del Índice de Condiciones Financieras Nacionales (NFCI) sugieren que los picos de restricción suelen preceder a los rallies de criptoactivos.
Este escenario permitiría establecer un suelo local Bitcoin definitivo en las próximas 4 a 6 semanas, impulsado por una rotación de activos de la Reserva Federal hacia letras del Tesoro, similar a la inyección de liquidez de 2019 que disparó el precio un 40%.
En resumen, aunque el sentimiento general sigue siendo cauteloso y algunos analistas aún prevén caídas hacia zonas de soporte inferiores, los datos técnicos indican que la capitulación está cerca de completarse, sentando las bases para una recuperación sólida a corto plazo.