Puntos clave de la noticia:
- Doma Protocol lanzó una mainnet que convierte dominios reales en activos DeFi programables y líquidos, creando una vía operativa y financiera nueva.
- El sistema apunta a un mercado de más de $360B que opera con procesos lentos y costosos, y propone una infraestructura con transferencias inmediatas y liquidez 24/7.
- La red usa una arquitectura Layer 2 compatible con ICANN y registradores, tokeniza dominios como ERC-20 y habilita propiedad fraccionada y uso como colateral.
Doma Protocol lanzó su mainnet y propone algo que el mercado nunca resolvió: convertir los dominios tradicionales de internet en activos financieros programables y líquidos dentro del ecosistema DeFi.
La iniciativa apunta a un sector gigantesco, valorado en más de $360B, que creció durante décadas sin una infraestructura moderna de negociación, transferencia instantánea o integración con mercados abiertos. Hoy la compraventa de dominios sigue atrapada en procesos lentos, manuales y dominados por brokers que exigen comisiones de 10% a 20%, tiempos de liquidación de semanas y cierres que pueden tardar entre 6 y 18 meses para los nombres más valiosos. Doma intenta terminar con ese esquema.
Doma Parte de una Base Interoperable
La nueva red opera como una Layer 2 sobre OP Stack con interoperabilidad mediante LayerZero e integra a Base, Solana, Avalanche y ENS desde el lanzamiento. Ese diseño permite tokenizar dominios reales .com, .ai y otros como activos ERC-20 intercambiables en mercados abiertos, con fraccionamiento, transferencia inmediata, uso como colateral y acceso a liquidez 24/7.
La clave del modelo es que no inventa una alternativa al DNS: mantiene cumplimiento total con ICANN y trabaja junto a registradores que representan más de 30 millones de dominios. Doma no crea un namespace experimental sino una infraestructura financiera para un activo que ya está regulado y en funcionamiento.
Poniendo Fin a la Centralización de los Dominios
El sistema introduce dos tokens complementarios. Los Domain Ownership Tokens (DOTs) representan la propiedad y reemplazan la transferencia manual típica del sector. Los Domain Service Tokens (DSTs) separan la gestión operativa del dominio, como configuración DNS o administración de hosting. Esa división permite que la propiedad y la operación se manejen en capas distintas, sin perder funcionalidades reales como email o resolución web.
Los números de los ensayos muestran una potente demanda temprana. El testnet registró más de 35 millones de transacciones, 1.45 millones de direcciones y 200,000 dominios tokenizados, con un programa de $1 millón para desarrolladores. La mainnet ya tiene más de 2,700 direcciones activas y cerca de $183,000 en valor bloqueado, cifras pequeñas en relación al tamaño del mercado pero relevantes para un sector que prácticamente no tenía tokenización real hasta ahora.
El desafío es simple: Doma debe demostrar que los titulares de dominios adoptarán esta infraestructura como una vía de salida o generación de ingresos y que los usuarios de DeFi verán a los dominios como una clase de RWA digital, productiva y compatible con los requisitos de liquidez, gobernanza y trazabilidad que exige el mercado.