Puntos clave de la noticia:
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Standard Chartered pasa a custodiar los activos de 21Shares y desplaza parte del control a un banco tradicional con supervisión europea real.
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El servicio se basa en Luxemburgo y ofrece una custodia con auditorías, controles bancarios y un marco legal pensado para clientes institucionales.
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La decisión deja en duda el futuro de Zodia Custody y muestra que los grandes bancos están tomando espacio que antes tenían custodios cripto nativos.
Standard Chartered asumió un rol directo en el mercado de custodia cripto después de anunciar su nombramiento como custodio digital de 21Shares, uno de los mayores emisores globales de productos cotizados en bolsa basados en activos digitales.
El servicio se prestará desde Luxemburgo bajo la supervisión del regulador financiero local, lo que posiciona a la gestora ante una infraestructura institucional que busca reducir el riesgo operativo mediante controles bancarios tradicionales, auditorías más rígidas y un marco jurídico diseñado para clientes institucionales que exigen procesos trazables y responsabilidades claras en la administración de fondos.
¿Standard Chartered Reemplazará a Zodia Custody?
El acuerdo es todo un cambio dentro de la estrategia del banco. En 2020, Standard Chartered impulsó la creación de Zodia Custody para introducir al grupo al sector cripto sin asumir de manera directa el almacenamiento de activos digitales. Sin embargo, en junio de 2024, 21Shares ya había seleccionado a Zodia como su custodio principal, lo que ahora abre una incógnita sobre si la entidad bancaria reemplazará el rol de esa filial o si ambas operarán de manera paralela dentro del mismo segmento.
Las tres organizaciones evitaron hacer comentarios al respecto, y la falta de definiciones alimenta las especulaciones sobre una reorganización interna del negocio de custodia vinculada a la demanda institucional, que no deja de crecer a medida que los productos regulados ganan espacio en los mercados financieros.
Los Principios de la Industria Cripto Entran en Tensión
Los grandes bancos están ingresando al mercado cripto y desplazando el dominio de los custodios nativos que se enfrentan a una competencia con mayor músculo regulatorio, márgenes más ajustados y una menor capacidad de negociación frente a fondos y corporaciones que ya operan con proveedores financieros tradicionales.
En los últimos meses, firmas como US Bancorp, Citigroup y Deutsche Bank retomaron o ampliaron sus servicios de custodia, pagos o almacenamiento de activos cripto, aprovechando que la maduración regulatoria de mercados como Europa y Estados Unidos atenúa el riesgo reputacional que antes limitaba su participación.
Este proceso también provoca tensiones culturales dentro del ecosistema. Voces ligadas a la industria argumentan que la migración de grandes holdings hacia servicios ligados a ETFs o a bancos consolidados desdibuja la premisa original de Bitcoin, concebida como una red para operar sin intermediarios institucionales. Sin embargo, los flujos más grandes parecen priorizar comodidad la operativa, cumplimiento legal y una estructura de custodia ya integrada a la relación bancaria que los administradores utilizan en el resto de sus carteras.
