Puntos Clave de la noticia
- Bitcoin pierde el soporte de los 100.000 dólares tras tocar un máximo de 104.000 impulsado por el fin del cierre del gobierno.
- Especulaciones sobre una transferencia de 1.000 millones por parte de «Strategy» agitaron el mercado, aunque la firma posee 641.000 BTC y sigue comprando.1
- Michael Saylor reafirma su compromiso de no vender, sugiriendo que el pánico actual es infundado.
Las últimas 24 horas se ha vivido en el mercado de criptomonedas una corrección abrupta, la caída del precio de Bitcoin, arrastra la cotización por debajo de las barreras psicológicas de los 100.000 dólares, rumbo a los 95.000.
El desplome en el precio de la cripto pionera se vio exacerbado debido a una ola de rumores que presumían la venta masiva de 1.000 millones de dólares vinculada a una transferencia de «Strategy» (en referencia a la tesorería corporativa de MicroStrategy).
Sin embargo, estos rumores parecen contradecir frontalmente la política histórica de la empresa. Michael Saylor, cofundador y ex CEO, ha dicho en múltiples ocasiones que la compañía no tiene intención de vender sus tenencias. De hecho, al momento de redacción, la firma continúa acumulando activos casi semanalmente y posee una reserva colosal de más de 641.000 BTC. A pesar de la solidez de estos fundamentales, el miedo, la incertidumbre y la duda (FUD) han logrado acelerar la liquidación de posiciones largas en el corto plazo.

Volatilidad tras el cierre del gobierno
El panorama macroeconómico y político actual son actores importantes en esta volatilidad. A penas el día jueves Bitcoin había llegado a los 104.000 dólares, un envión impulsado por la euforia después de que el presidente de EE. UU., Donald Trump, firmara la legislación para poner fin al cierre del gobierno.
Pero, esas ganancias desaparecieron rápidamente. El mercado pasó de la celebración al «modo de caída libre» en cuestión de horas, demostrando una fragilidad en el soporte actual. Los inversores ahora vigilan si la zona de los 95.000 dólares actuará como suelo o si el pánico por los movimientos de las ballenas institucionales provocará una corrección más profunda.