Puntos clave de la Noticia
- China acusa a EE.UU. de tomar 127,000 BTC vinculados a un hackeo de 2020 en el pool de minería LuBian, valorados en aproximadamente $13 mil millones.
- EE.UU. sostiene que la incautación apuntó a ganancias criminales relacionadas con Chen Zhi, actualmente bajo acusación.
- El caso demuestra lo efectiva que se ha vuelto la forensia on-chain para rastrear grandes transferencias de Bitcoin a nivel internacional.
El Centro Nacional de Respuesta a Virus Informáticos de China (CVERC) acusó públicamente a EE.UU. de tomar control de 127,000 BTC originalmente robados del pool de minería LuBian en 2020.
Antecedentes Del Incidente LuBian
LuBian era un pool de minería de Bitcoin de tamaño medio con aproximadamente 6% del hash rate global cuando sufrió el ataque en diciembre de 2020. Los hackers explotaron una débil generación de claves de 32 bits, robando más del 90% de los fondos del pool. Las monedas permanecieron inactivas durante casi cuatro años. Según fuentes chinas, el ataque mostró un alto nivel de coordinación utilizando herramientas sofisticadas. A mediados de 2024, el BTC comenzó a moverse a través de varias carteras antes de ser consolidado, atrayendo un mayor escrutinio de analistas globales que rastrean grandes transferencias de fondos.
Los fondos estaban vinculados a Chen Zhi, un empresario camboyano que enfrenta acciones legales en EE.UU. por presfraudes relacionados con criptomonedas. Esta conexión dio al Departamento de Justicia de EE.UU. (DoJ) motivos para perseguir las monedas como ganancias criminales sospechosas. Las autoridades estadounidenses confirmaron posteriormente que tomaron custodia de los fondos en una operación legal.
Creciente Papel de la Transparencia en BTC
Firmas de análisis como Arkham y Chainalysis rastrearon las monedas, identificando posteriormente clusters de carteras asociados con el gobierno estadounidense. Este caso refuerza cómo las blockchains públicas transparentes permiten a los analistas independientes seguir los fondos a pesar de largos periodos de inactividad y múltiples transferencias. La capacidad de rastrear grandes movimientos de BTC es vista positivamente por muchos en el sector, ya que fortalece la rendición de cuentas y desalienta usos ilícitos, creando un sistema más verificable para futuras recuperaciones de activos.
El episodio también destaca los enfoques contrastantes hacia los activos digitales. China mantiene estrictas limitaciones en comercio y minería, mientras que EE.UU. apuesta por la regulación y la aplicación de la ley. Los analistas sostienen que una mayor cooperación beneficiaría a ambos países.
La situación sigue siendo fluida, pero el caso ilustra que el libro abierto de Bitcoin puede aportar claridad a disputas transfronterizas. Los defensores de los activos digitales señalan que las redes transparentes fomentan la equidad y una gobernanza más responsable cuando se aplican correctamente, ofreciendo un modelo de referencia para la rendición de cuentas en otras investigaciones de criptomonedas a nivel mundial.
