Puntos clave de la noticia:
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Varias empresas de minería de Bitcoin aceleraron el traslado de equipos desde Asia para evitar aranceles de hasta 36% impuestos por Trump.
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Sealion Cargo coordinó envíos urgentes valorados en $330 millones, con rutas desde Bangkok, Kuala Lumpur y Batam hacia suelo estadounidense.
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Aunque EE.UU. pausó la medida por 90 días, muchas firmas ya habían incurrido en altos costos logísticos ante la falta de claridad regulatoria.
Las nuevos aranceles impuestos por la administración de Donald Trump desencadenaron un operativo contrarreloj entre empresas de minería de Bitcoin en el sudeste asiático.
La medida, anunciada a inicios de abril, establecía aranceles de hasta 36% sobre importaciones desde Tailandia, Indonesia y Malasia. Ante el riesgo de un fuerte impacto económico, varias firmas aceleraron el traslado de equipos hacia territorio estadounidense para evitar pagar esos cargos.
Sealion Cargo, una empresa canadiense especializada en logística, fue parte esencial de los traslados. En pocos días coordinó el envío de equipos por vía aérea, terrestre y marítima. Logró movilizar aproximadamente $330 millones en maquinaria, con vuelos desde Bangkok, Kuala Lumpur y Batam. La empresa estimó que sus clientes podían exponerse a pérdidas de más de $80 millones si no cumplían con el plazo establecido.
Se llevaron a cabo operaciones logísticas por demás complejas, desde el traslado de equipos en barcazas hacia Singapur hasta múltiples vuelos chárter de carga. Otras compañías, como Luxor Technology y Compass Mining, también se vieron obligadas a organizar despachos urgentes, tanto desde el sudeste asiático como desde Canadá, para evitar las tarifas.
Trump Pausó las Tarifas, Pero los Costos Ya Habían Sido Asumidos
Sin embargo, el 9 de abril, el gobierno de Trump anunció una pausa de 90 días en la aplicación de los nuevos aranceles. La medida dejó en evidencia la extrema volatilidad de la política comercial actual y el impacto directo que puede tener sobre industrias que dependen de cadenas globales de suministro. Pese a que la pausa anuló en la práctica la urgencia de la operación, muchas empresas ya habían asumido costos logísticos muy superiores a los habituales.
Fabricantes como Bitmain, que ensamblan equipos en zonas de libre comercio como la isla de Batam, podrían tener dificultades adicionales por las restricciones comerciales. A pesar de estos problemas, empresas como Bitfufu aseguraron que seguirán siendo rentables incluso si los aranceles se aplican más adelante.
La falta de una política clara y estable complica la planificación de empresas que operan en sectores de alta demanda tecnológica. Las decisiones cambiantes de Trump afectan tanto a fabricantes como a distribuidores y clientes finales. Mientras tanto, las compañías de logística continúan adaptando sus operaciones a un mercado regado de incertidumbre.
